Por: Stefania León
En colaboración con: Andrea Castellanos
Durante mediados del siglo XIX, el crecimiento industrial, hizo que al mismo
tiempo aumentara la cantidad de mano de obra, lo que originó una serie de
abusos entre los que se hallaban un salario insuficiente y asimismo,
un horario de trabajo ilimitado: los trabajadores eran sometidos a laborar de 12 a 16 horas
diarias, sin un período de descanso o de vacaciones.
Por aquella época, los trabajadores empezaron a tomar conciencia
de clase (definida por el marxismo), se formaron los primeros sindicatos, los
cuales emprendieron una serie de huelgas, reprimidas por la policía.
Pero sería un 1° de Mayo del año 1886, fecha en la que ocho obreros
anarquistas que trabajaban en la ciudad de Chicago emprenderían una
huelga reclamando ocho horas de trabajo diarias, mejor salario y en general, dare mejores condiciones que les garantizaran beneficios. Estos obreros
fueron condenados y posteriormente asesinados.